La codicia de los banqueros y sus accionistas, una vez que les hemos rescatado, debería ser penalizada, más si no abren el crédito en condiciones razonables y no leoninas como están haciendo. Leí hace años, durante el gobierno de Zapatero que reducía la tributación de dividendos de banqueros y sus accionistas para favorecer que declarasen lo realmente percibido. Desconozco cómo está ahora el tema.
Gravaría a las empresas que mantienen su domicilio social fuera de España, donde pagan un impuesto de sociedades más bajo, con un impuesto calculado sobre las ventas en nuestro país.