Derechos infantiles - conciliación
Proceso de participación:
Plan para la transición en Navarra - Transitando hacia la normalidad
Ámbito:
Económico - Social
Aportaciones:
Con la situación generada por Covid-19, los y las txikis se están viendo muy afectados/as: de repente, ya no pueden disfrutar de su escuela, sus amistades, la familia extensa, el juego y el ocio, el aire libre, sus actividades extraescolares (en caso de participar en ellas…). De repente, y sin poder entenderlo del todo, han desaparecido gran parte de sus espacios de socialización y aprendizaje.
Las vivencias del confinamiento han sido dispares dependiendo fundamentalmente de las situación socioeconómica de sus familias.
En cuanto al teletrabajo, no es la panacea. Ni todos los trabajadores/as ni todas las empresas pueden realizar su trabajo con este sistema. Además, cuando, efectivamente, puede realizarse surgen dificultades: ante determinades edades, la crianza exige dedicación completa, presencia, escucha… Se da la circunstancia, además, de que hay familias en la que los dos miembros de la pareja realizan teletrabajo, también se da en familias monoparentales-marentales, autónomos… Podría hablarse también de la disposición de medios que exige el teletrabajo: espacio, ordenador, teléfono, conexiones… Todo a cuenta del trabajador/a. Por no hablar de la sensación de estar disponible todo el día. Así pues, teletrabajo sí pero no de cualquier manera.
De esta manera, el teletrabajo, por sí solo, no es una medida de conciliación.
Parece ser que este verano van a ser muchos los ayuntamientos, y supongo que también otras entidades, que no ofrezcan los servicios de conciliación de campamentos urbanos, ludotecas y demás servicios similares. Además, aunque, pudieran ofrecerse, con qué medidas? Queremos que sean un aparcaniños/as en el que el juego esté totalmente mediatizado por la situación? Qué podemos exigir a un monitorado que, en general, suele cobrar mal? ¿Cómo se van a organizar las familias que todavía conserven sus empleos?
Creo que una propuesta podría pasar por dar ayudas a la conciliación a las familias para que éstas puedan contratar. O incluso facilitar el que puedan unirse un número reducido de txikis con un monitor/a.
Este año mucha gente joven que solía trabajar de monitora no va a poder hacerlo (o en menor medida) por lo que sería una idea que aúna conciliación y trabajo juvenil. Se podría contar también con la gente que tenga realizar prácticas de monitorado de ocio y tiempo libre, cuyas escuelas también están preocupadas por las prácticas.