Mascarillas
Proceso de participación:
Plan para la transición en Navarra - Transitando hacia la normalidad
Ámbito:
Social-sanitario
Aportaciones:
Entre las medidas que el Gobierno de España está decretando establecer sin diálogo científico ni social alguno, una de las que más rechazo nos causa debido a su arbitrariedad es el porte obligatorio, masivo, indiferenciado y temporalmente ilimitado de la mascarilla, especialmente en lo que respecta a su porte en los espacios públicos no confinados y especialmente en la población sana o que haya sido contagiada y esté naturalmente inmunizada. Además, imponer el porte obligatorio a niños y niñas por encima de los 6 años nos parece absolutamente aberrante y una medida especialmente dañina, por cuanto la letalidad del riesgo a evitar (Covid19) es absolutamente despreciable en menores de 19 años y por cuanto ya ha sido desmentido el bulo oficialmente propagado durante varias semanas sino meses, de que los niños y niñas eran supercontagiadores.
Sorprende especialmente que tal medida se nos imponga de manera obligatoria ahora precisamente que el ciclo infectivo del virus ha sido superado a todas luces, y que no se hiciera antes, cuando pudo tener el porte de la mascarilla algún sentido protectivo.
En su documento de recomendaciones para el uso de EPIs (equipo de protección especial), la OMS establece que el uso de la mascarilla sólo procede si la persona presenta síntomas respiratorios. Además, la propia OMS ha reconocido en posteriores comunicados que por si sólo, el porte de la mascarilla no garantiza la seguridad frente al contagio, y ello es fácilmente comprobable a partir del número de personal médico contagiado durante esta crisis, en España y en otros países en los que sí que hubo disponibilidad oportuna y suficiente de mascarillas del más alto estándar protectivo.
Al mismo tiempo, sabemos que el uso indiscriminado de la mascarilla afecta a la función vital básica que es la respiración y de la que depende el correcto funcionamiento del resto de funciones y sistemas que nos mantienen en vida y con una salud equilibrada. El distrés respiratorio tiene consecuencias inmediatas sobre nuestro sistema neurológico y cognitivo, sobre nuestro sistema circulatorio, metabólico, digestivo, endocrino, inmune...
Sabemos que el CO2 es un gas de deshecho producto de la actividad celular y que su inhalación produce ya de entrada un distrés respiratorio y, dependiendo del tiempo y de la exposición al gas, puede producir una hipercapnia, esto es, una elevación anormal en la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la sangre arterial y que puede conducir a la muerte, como bien saben los buceadores. En dosis por debajo de la letalidad, una alta concentración de CO2 en sangre por inhalación reiterada y en dosis anormalmente elevada genera acidosis, que es la alteración del PH sanguíneo, lo que conlleva consecuencias absolutamente devastadoras en el correcto metabolismo celular, que es, junto a la respiración pulmonar, la base fundamental de la salud.
A nivel superficial, el porte continuado de la mascarilla provoca una sudoración excesiva, lesiones cutáneas y aparición de hongos bucales y cutáneos, intensificación de las alergias y aparición de nuevas alergias.
El porte de la mascarilla deprime automáticamente nuestro sistema inmune al simplemente impedir su normal funcionamiento, esto es, la normal exposición de nuestro organismo a los patógenos de todo tipo que circulan y nos infectan cotidianamente, así como la producción refleja de las defensas naturales que producimos, también contra Covid19 en el caso de las personas perfectamente sanas y/o sin comorbilidades de especial afectación respecto de Covid19. Es decir, en el caso de ese grupo de no-riesgo que es, ni más ni menos, que el 70% de la población.
Entendemos que la protección de nuestros mayores y de nuestros enfermos y personas especialmente vulnerables frente a crisis sanitarias y de otro tipo debe ser una lucha prioritaria en este país, y por eso creemos en sistemas de salud vigorosos, suficientemente financiados por recursos públicos garantizados y que no sean objeto de disputa, ni negociación, ni rapiña político-partidista. Pero proteger de manera diferenciada a nuestros colectivos más vulnerables no puede resultar en patologizar y vulnerabilizar al conjunto de la población, tal y como el uso de las mascarillas y otras medidas que se han adoptado y que se piensan adoptar está consiguiendo.
Más allá de los impactos perversos fisiológicos del uso indiferenciado e indiscriminado de la mascarilla que se nos pretende imponer, señalamos los impactos de tipo psico-social que provoca su porte.
En primer lugar, el efecto de sobre-amplificación política y mediática de la enfermedad Covid19 está provocando una patologización masiva en y de nuestra sociedad que va a tener consecuencias; la mascarilla es el recordatorio inútil, extemporáneo pero permanente de que somos vulnerables y de que podemos contagiarnos y morir, cosa que es posible pero por mil causas distintas antes que Covid19, para la inmensa mayoría de personas
En segundo lugar, el porte de un dispositivo que en la práctica dificulta hasta casi anular nuestro habla, es ya el causante directo del debilitamiento del nexo social por obstaculización de nuestra comunicación, de nuestro reconocimiento facial y de nuestros afectos. La sociabilidad es una de las claves en una vida sana y saludable, como cualquier profesional sanitario y como cualquier persona entiende.
Por último, el porte indiscriminado y obligatorio de la mascarilla producirá y produce ya un terrible efecto de estigmatización social: en primer lugar porque no todas las personas tienen los recursos para procurarse estos dispositivos; en segundo lugar, porque las personas que objetemos contra el uso obligatorio decretado en defensa de nuestra salud y la de nuestros hijos, seremos señalados socialmente y multados administrativamente, sin haber cometido nosotros ningún delito; al contrario, seremos castigadas y castigados social y administrativamente por salvaguardar nuestra vida, nuestra salud y la de los nuestros, incluidos aquellos que gritan contra nosotros y nos acosan y sancionan por ejercer nuestra responsabilidad consciente. (Iniciativa de recogida de firmas contra el uso obligatorio de mascarillas). https://www.change.org/p/defensor-del-pueblo-contra-la-obligaci%C3%B3n-en-el-uso-de-las-mascarillas?recruiter=32190803&utm_source=share_petition&utm_medium=facebook&utm_campaign=psf_combo_share_initial&recruited_by_id=178db650-d314-012f-5fda-4040f855b16c&utm_content=fht-22657234-es-es%3Av3