La reorganización local persigue reducir progresivamente el desequilibrio entre las distintas zonas de Navarra a nivel municipal, así como dotar al gobierno local de los recursos organizativos y económicos suficientes para llevar a pleno cumplimiento su papel como administración. Además, pretende aumentar la cobertura y calidad de los servicios locales basándose en el principio de subsidiariedad, esto es, que cada servicio sea prestado por la institución más cercana posible a la ciudadanía, siempre que se garantice su adecuada prestación.
Dicha Reforma Local tiene tres componentes que interactúan como un sistema:
Competencias: Reparto eficiente y claro por niveles:
- Competencias concejiles.
- Competencias municipales.
- Competencias supramunicipales.
- Competencias forales.
Planta local: Reordenación de las entidades locales en base a:
- Mantenimiento de concejos.
- Centralidad municipal.
- Nueva ordenación supramunicipal: la comarca.
Financiación:
- Asegurar la suficiencia financiera de toda entidad local, garantizando dotación suficiente para cada servicio.
- Mejorar los ingresos propios.
- Nuevos criterios de distribución del Fondo de Haciendas Locales.