Empleo y Seguridad Social

En cuanto al desempleo registrado, la cifra se sitúa a 29 de abril en las 40.369 personas desempleadas registradas en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Por tanto, respecto al dato oficial del último día del mes de febrero  se ha dado un incremento de 6.394 personas desempleadas. En términos porcentuales el aumento supone un 18,8%. En ese sentido, conviene recordar que las personas afectadas por ERTE no computan como paro registrado.

En cuanto al impacto del desempleo se repiten algunas de las pautas de la crisis de 2008. Por ejemplo, las primeras personas afectadas han sido los trabajadores y trabajadoras temporales. También, tal y como sucedió hace doce años, son en mayor medida los hombres quienes han ido al paro. Hay que tener en cuenta que las mujeres tienen una mayor presencia en las actividades denominadas como esenciales. A su vez, derivado de la mayor temporalidad del empleo juvenil, se ha dado un mayor incremento de las personas desempleadas de menos de 35 años.

En cuanto a la evolución del empleo medido a través de la afiliación a la Seguridad Social, los últimos datos oficiales de marzo indicaban una caída de la afiliación del 0,6% en un mes, lo que suponía un descenso de 1.859 afiliaciones. Sin embargo, si se tiene en cuenta lo ocurrido entre el 11 y el 31 de marzo, el número de empleos destruidos fue de algo más de 8.000. Una cifra histórica por su magnitud, por su origen y por el corto espacio de tiempo en el que se produce.

Por otro lado, a partir del estado de alarma y en algo más de un mes, se han registrado 6.595 Expedientes de Regulación de Empleo que afectan a 55.486 trabajadores y trabajadoras. El 93,6% son ERTE por causa de fuerza mayor (6.173), el supuesto que contempla el Real Decreto del 17 de marzo para cubrir las prestaciones. El volumen de los expedientes presentados desde el 14 de marzo sextuplica al registrado en el peor año de la anterior crisis económica (2012).

Cabe recordar que a inicios del presente año el Consejo del Diálogo Social aprobó una hoja de ruta para la negociación de un Plan de Empleo. Este escenario deberá actualizarse y enmarcarse en el actual plan.