Aportación de Asociación Cultural DOBLE 12

Parte-hartze prozesua: 
Euskararen II. Plan Estrategikoa (2020–2027)
Arloa: 
Navarra
Testua: 

Aportación de la asociación cultural DOBLE 12

El estudio “Borrador Plan Estratégico del Euskera” muestra una realidad social más que discutible.

El “Borrador” resulta poco creíble y tendencioso, por ejemplo al afirmar que un 25 % de los jóvenes navarros son euskaldunes, cuando la matrícula en modelo D está hace años de manera estable en el 20 % .

Recientemente, en el País Vasco, una encuesta encargada por el propio Gobierno vasco ha puesto de relieve que el 54% de los alumnos del modelo D de 2º de la ESO en el País Vasco no es competente en euskera. Aceptaban que está fracasando el modelo y parece lógico pensar que la situación en Navarra será parecida.

El "Borrador" parte en todo momento de una filosofía intervencionista, al querer cambiar la realidad que no les gusta por no ser suficientemente euskaldún. Es de una torpeza enorme y refleja lo que muchos percibimos en el día a día: la utilización bastarda de la lengua con el objetivo político de construcción nacional.

Recoge uno de los tópicos manipuladores del nacionalismo: que la Carta Europea de Lenguas Regionales dice que las medidas que se tomen en favor de las lenguas no pueden ser consideradas discriminatorias hacia los demás. Es una falacia. Primero, porque la Carta no está por encima de la Constitución, ni del Amejoramiento del Fuero. Segundo, porque lo que dice la Carta es: “la adopción de medidas especiales en favor de las lenguas regionales o minoritarias, destinadas a promover una igualdad entre los parlantes de esas lenguas y el resto de la población o destinadas a tener en cuenta sus situaciones particulares, no es considerado como un acto de discriminación hacia los parlantes de las lenguas más extendidas.” Es decir, se trata de promover la igualdad o de tener en cuenta sus situaciones particulares, pero la Carta no autoriza ni puede autorizar cualquier medida que se tome (por ejemplo, exigir a todos los trabajadores públicos saber un idioma minoritario) con el argumento de que la Carta dice que no es discriminatorio. Quien dictamina si es discriminatorio o no, son los Tribunales. Tercero, porque olvida que la Carta protege a las lenguas regionales en su territorio. Y entiende como territorio: “la zona geográfica en la cual esa lengua es el modo de expresión de un número de personas que justifique la adopción de diferentes medidas de protección y de promoción previstas por la presente Carta”. Es decir, que es necesario que haya un número de hablantes significativo (no basta con uno) para que se considere a la lengua como lengua propia del territorio. No da ningún porcentaje. Se utiliza la Carta como suele hacerlo el nacionalismo: a favor del euskera y en detrimento de los no vascoparlantes.

La mayoría sociolingüística de la Comunidad Foral de Navarra no es vascoparlante. Recordar que las sentencias del TSJN de 2019 tumbó parte del último Decreto Foral de uso del vascuence en la Administración .
Todo el documento rezuma el empeño obsesivo en priorizar el euskera en todos los ámbitos: enseñanza, medios, administración, paisaje de todas las zonas, letreros, etc. Para ello consecuentemente plantea otra de las obsesiones del nacionalismo: aumentar el número de puestos de trabajo bilingües en la Administración.

Para cambiar el paisaje lingüístico, la imagen corporativa o los impresos y documentos bilingües en la Administración, hay que tener en cuenta que hay una zonificación lingüística que se debe respetar, pero desde que están en el Gobierno Foral tienden a soslayarla. Tanto bilingüismo en los documentos de la Administración es visto por muchos usuarios como un exceso, pues obliga a tener bilingües toda la cartelería y los impresos, lo que supone un coste adicional excesivo e innecesario para poder comprender los documentos.

La Administración tiene que racionalizar los recursos y emplearlos con eficacia y eficiencia. No es de recibo que se dupliquen los servicios administrativos para atender de manera obsesiva a una pequeña demanda en euskera.

Para que no se vean tantas contradicciones todo lo apuestan en el "Borrador" a que se aumente de manera rápida e importante la aceptación y extensión del euskera en Navarra. Para ello, no les importa saltarse todas las barreras, ni se paran ante los límites jurídicos, como se ve en la página 57 del documento, en donde se establece lo siguiente en el punto 2.3.2: “Estudiar la posibilidad de universalizar el conocimiento mínimo del euskera a través de la escolarización (lo que ofrece el modelo A) para que todos los niños y niñas de Navarra, en su proceso de escolarización, tengan relación con el euskera, lengua propia de Navarra”. Esta propuesta no respeta la realidad sociolingüística de Navarra que tiene su reflejo en la zonificación, que sí es respetuosa hacia dicha realidad, en la cual el euskera es una lengua minoritaria. La propuesta utiliza la palabra “universalizar” para esconder la intención de que el euskera sea “asignatura obligatoria”. La “universalización” parece que va dirigida para suavizar y lograr adhesiones, puesto que si a la población general se le dijera que va a ser obligatorio tendría mucha más oposición. También se habla de la necesidad de que todos los niños navarros estudien un mínimo de idioma euskera, y van despacio para no generar controversia.

A la actual Administración y a la anterior no les importa emplear mucho dinero en el euskera ni que en realidad esté muy poco eficazmente empleado. Por un lado se habla de prestigiar la lengua vasca y por otro se pretende imponer esa lengua en contra de la voluntad de la mayoría de los navarros, ya que es un idioma que -deberían reconocerlo- la mayoría no desea conocer.

La ayuda planteada a los medios de comunicación en euskera atenta a la objetividad e imparcialidad necesarias en el uso de los impuestos, la mayoría de los cuales además provienen de navarros que no utilizan esos medios en euskera. El “Borrador” no cuenta con las empresas para implantar o aumentar el euskera en las empresas

Pretender que todos los niños navarros aprendan el euskera es una imposición inaceptable. Al final el “Borrador” se traducirá en lo de siempre: más técnicos, más burocracia, más subsidiados, más privilegios para los que saben euskera. Pero eso sí no están estudiados los costes o no los dicen. Se creen con derecho a que cueste lo que cueste, ¡Que más da!

Se trata de un Plan innecesario, que solo pretenden construir su Eusko matrix nacionalista, para cambiar la realidad Navarra en una dirección contraria a la de la voluntad de la mayoría social de los navarros.

DOBLE 12