Creación de un censo de ADN canino

El objetivo de esta iniciativa reglamentaria es reducir el número de excrementos en las calles mediante la creación de un censo canino de ADN que permita multar a los dueños de perros cuyas heces no hayan sido recogidas. Esta propuesta ya se ha efectuado en las ciudades de Málaga y Xátiva, está extendiéndose a más municipios y a día de hoy su implantación se considera un éxito allá donde se ha probado. En el caso de la ciudad de Málaga, dar de alta al animal en el censo tuvo un coste de 35 euros para cada propietario de un animal. En el caso de propietarios en paro este coste era asumido por el Ayuntamiento. El censo lo mantiene el Colegio de Veterinarios y actualmente se han dado de alta 27927 perfiles de los aproximadamente 98000 perros contabilizados en la ciudad. La multa por no dar de alta al animal en el censo, que expide el carnet correspondiente, es la de una infracción leve y es revocable en caso de que el propietario lo dé de alta en el censo en un plazo de unos días. Las heces denunciadas son recogidas por una empresa adjudicataria del servicio de control de animales y se llevan al laboratorio en una caja termosellada. El análisis de ADN, subcontratado a un laboratorio externo, tiene un coste de 18 euros por análisis que se añaden a la multa. Dicha multa es de 217 euros en caso de ser un lugar común y hasta 500 euros en el caso de parques infantiles, lugares de gran afluencia o inmediaciones de centros educativos. Esta iniciativa, de efecto disuasorio más que recaudatorio, tendría un gran impacto en la limpieza de nuestra ciudad y obligaría a los dueños irresponsables de animales a asumir dicha responsabilidad.