Sugerencias al Plan Estratégico de Atención a la Diversidad

Parte-hartze prozesua: 
Plan Estratégico de Atención a la Diversidad
Arloa: 
Reflexiones de un maestro después de 35 años de docencia.
Testua: 

Me parece muy interesante el borrador sobre el Plan Estratégico de Atención a la Diversidad. Creo que el hecho de implicar a los Departamento de Servicios Sociales y de Salud junto al de Educación permitirá coordinar de una forma más eficaz el objetivo de una educación que dé respuesta a los problemas planteados en los centros educativos.

Cuando comencé mi labor profesional como funcionario en el año 1982 con alumnado mayoritariamente de origen nacional, no pensaba que iba a terminar 35 años después con un porcentaje de alumnado de origen foráneo que superase un tercio de la clase.

En los últimos 15 años he trabajado en diferentes centros públicos de Educación Secundaria de la ribera de Navarra y el aumento de este alumnado de nacionalidad diferente a la española al que había que integrar en las aulas ha supuesto un reto muy complejo en el que, en la mayoría de las ocasiones, me he encontrado muy solo y desamparado de las instituciones para dar una respuesta adecuada a las necesidades planteadas. Creo que esta impresión la tienen o han tenido la mayoría de compañeros con los que he trabajado.

Problemas como el absentismo prolongado o los malos resultados académicos que acompañan a un número considerable de este tipo de alumnos de origen foráneo (bastantes de ellos, ya nacionalizados aquí, al haber nacido en España) no han sido solucionados de forma adecuada y se han convertido en un problema crónico al que no se ha dado la respuesta adecuada.

De nada ha servido aplicar los protocolos de absentismo, llegando incluso a la Fiscalía del Menor, puesto que seguían faltando a clase y no había medidas que modificasen ese problema. Las propuestas planteadas en aquellos casos que recibían ayudas de los Servicios Sociales siempre quedaban bloqueadas cuando se argumentaba que no se podían tocar. Tampoco disponíamos en los centros públicos de la figura del Trabajador social para poder realizar un seguimiento particular de cada uno de ellos y poder tomar las medidas oportunas. Sería necesario, por no decir imprescindible, integrar en la plantilla de aquellos centros que lo necesiten, la figura del TRABAJADOR SOCIAL con competencias plenas para poder modificar la conducta absentista de estas personas.

En lo que respecta al bajo rendimiento académico de muchas de estas personas de nacionalidad foránea (también, por desgracia, hay muchas de origen nacional) habría que señalar que el Departamento de Educación sí que podría, a mi juicio, exigir un CERTIFICADO de APROVECHAMIENTO ACADÉMICO a este tipo de alumnos con conductas disruptivas en las aulas que tanto daño hacen en la labor docente. Bastantes de estos alumnos no se integran ni se adaptan a nuestras costumbres y tienen la percepción de que aunque no se aprovechen de la enseñanza que se les ofrece, no importa. Si la obtención de ese CERTIFICADO en sentido negativo tuviese unas consecuencias de tipo social (disminución o retirada de ayudas sociales u otras medidas) su actitud en las clases se modificaría radicalmente y tendrían mucho más respeto al profesorado (sobre todo, al femenino).

Hay una gran labor por delante para poder crear una escuela integradora. Yo, por desgracia, no la he visto en muchos de los casos que nos vienen de fuera (ni se integran en los patios durante los recreos, ni en las aulas).

Otro aspecto muy interesante es la incorporación de la figura de un ENFERMERO ESCOLAR en la plantilla de los centros. Bastantes de ellos tienen a su cargo más personas que alguna población y se encuentran sin nada. Por no tener, no tienen un local adecuado, con las dotaciones mínimas para atender una urgencia. Convendría estudiar la conveniencia de incorporar estos profesionales a los centros educativos.

El análisis de los porcentajes de alumnado de origen extranjero atendido en los centros públicos (83,36% en los últimos 7 años) comparado con el que es atendido en los centros concertados (un 16,64%) conlleva una reflexión lógica. Los centros públicos, mientras no se modifiquen estos porcentajes (espero que que se tomen medidas reales para que tiendan a la igualdad en porcentajes) deberán contar con mas PROFESIONALES adecuados a estas necesidades que plantean estos alumnos. Se debería reactivar el PIL (Programa de Inmersión Lingüística) para aquellos alumnos que desconocen nuestro idioma.