INFORME DE APORTACIONES DEL INAI/NABI RELATIVO AL III PLAN FORAL DE JUVENTUD 2021-2023

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Gazteriaren III. Foru Plana
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Instituto Navarro para la Igualdad
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INFORME DE APORTACIONES DEL INAI/NABI RELATIVO AL III PLAN FORAL DE JUVENTUD 2021-2023 1. FUNDAMENTACIÓN Y OBJETO DEL INFORME Desde el Instituto Navarro de la Juventud, y en colaboración con diferentes Departamentos, Entidades, Asociaciones y Personas Jóvenes, se lleva a cabo un proceso participado que tuvo como fruto la III Estrategia Foral de Juventud 2020-2023, que supuso el primer paso que ha permitido plantear y definir las líneas estratégicas que se presentan posteriormente en el III Plan Foral de Juventud 2021-2023. Desde el INAI/NABI, como organismo responsable de las políticas de igualdad entre mujeres y hombres en la Comunidad Foral de Navarra, se hicieron llegar en el mes de octubre del pasado año una serie de aportaciones a la mencionada Estrategia con el objeto de que pudieran tenerse en cuenta a la hora de elaborar el posterior Plan que ahora se presenta. Este III Plan, que se encuentra en Gobierno Abierto en la fase de participación y aportaciones, recoge las principales líneas estratégicas, áreas de trabajo, objetivos y acciones, así como el plan de trabajo referido a la evaluación y el seguimiento. Desde el INAI/NABI reconocemos el esfuerzo que ha realizado el Instituto de Juventud en la introducción de la perspectiva de género en este III Plan, ya que declara expresamente que aboga por “la igualdad la sostenibilidad de la vida y de los cuidados” y en los documentos previos utilizados para la elaboración del Plan la mención a la igualdad de género es constante. Los objetivos del Plan asumen los principios de la Estrategia Foral de Juventud y uno de ellos es el “feminismo como visión y política decidida e irrenunciable hacia la transformación social de género desde la igualdad en los diferentes ámbitos de vida de las personas jóvenes”. Asimismo, uno de los cuatro ejes transversales en los que se estructura el Plan es la Igualdad. No obstante, en esta nueva fase, desde el INAI/NABI, hacemos llegar una serie de aportaciones al Plan referidas a las políticas de igualdad, en las que fundamentalmente nos remitiremos a las que se realizaron en su momento a la Estrategia, en el caso de que no hayan sido recogidas en el Plan. 2. INTRODUCCIÓN 2.1. Marco Normativo En todas las políticas públicas resulta imprescindible tener en cuenta la perspectiva de género, desde un enfoque feminista, para que las medidas que se adopten en el corto, medio y largo plazo sean lo más efectivas posibles, tanto para las mujeres como para los hombres, de acuerdo con la Ley Foral 17/2019 de Igualdad entre mujeres y hombres. Desde el INAI/NABI se recuerda que están vigentes mandatos normativos que recogen la obligatoriedad de aplicar el principio de igualdad de género de forma transversal en el diseño, implantación y evaluación de todas las políticas públicas, tal y como establece la Ley Foral 17/2019, de igualdad entre mujeres y hombres como uno de sus principios de actuación del artículo 4. El objetivo es que este principio de igualdad de género ayude a avanzar hacia la sostenibilidad de la vida. Asimismo, dicha ley establece en su Título III, los mecanismos para garantizar el derecho de igualdad, como son la transversalidad de género, las acciones positivas, la representación equilibrada, las estadísticas y estudios mediante datos desagregados por sexo, o la utilización del lenguaje inclusivo, entre otros. En este apartado normativo, señalar que en las aportaciones que se hicieron llegar el pasado mes de octubre a la Estrategia de Juventud recogimos las principales referencias de la normativa foral en igualdad y violencia contra las mujeres que deberían tenerse en cuenta en su relación con la materia de juventud, y a ellas nos remitimos para que puedan ser incorporadas al III Plan de Juventud. 2.2. Posibles desigualdades entre mujeres y hombres Es importante que antes de la elaboración de un plan se analicen los datos estadísticos oficiales desagregados por sexo del ámbito que se regula, ya que muestran la situación y posición de mujeres y hombres respecto al objetivo y al contenido del Plan. Las mujeres no son un colectivo dentro de la población, son el 51 % y los estereotipos de género son estructurales. Las desigualdades que padecen las mujeres responden al carácter estructural de la desigualdad de género, enraizada y fruto de estereotipos y roles de género que siguen siendo marcados, diferenciales y con diferente consideración social, manteniendo unas relaciones desiguales de poder. Para acabar con dicha situación, resulta necesario no solo abordar un cambio en la sociedad para eliminar brechas de género como la salarial o la segregación vertical y horizontal, sino también superar el déficit existente hoy en día en lo que se refiere a la corresponsabilidad y las dificultades para la participación social y política de las mujeres. Avanzar hacia la igualdad sustantiva hace necesario un cambio de modelo social que ponga en valor la sostenibilidad de la vida y que rompa con estereotipos y roles de género. Desde el INAI/NABI se recogieron y se hicieron llegar las principales brechas de género que pueden encontrarse en el colectivo de personas jóvenes, y nos remitimos a ellas porque están igualmente incluidas en las aportaciones que se realizaron a la Estrategia y son, por tanto, igualmente válidas para poder plasmarse en este III Plan. 3. RECOMENDACIONES A continuación, desde el INAI/NABI se indican una serie de recomendaciones genéricas sobre la elaboración de un plan con enfoque de género, y en una segunda parte de este apartado se incluyen recomendaciones específicas al III Plan Foral de Juventud objeto de este Informe. 1. En el diagnóstico previo, respecto a las líneas estratégicas de las que se compone el plan, se debe buscar la información desagregada por sexo para observar la situación de mujeres y hombres. A continuación, hay que identificar la brecha de género y las desigualdades sobre los distintos ámbitos (representación, roles y estereotipos, acceso a los recursos, etc.), para poder así analizar las causas de desigualdad que están en la raíz de la discriminación, como son los condicionantes estructurales, culturales, educativos y económicos que producen y explican las desigualdades. 2. En la justificación del plan hay que mencionar la normativa que obliga a introducir el enfoque de género. En este caso habría que incluir: o La Ley Foral 17/2019 de 4 de abril de igualdad entre mujeres y hombres. o La Ley Foral 14/2015, de 10 de abril, para actuar contra la violencia hacia las mujeres. o La normativa sectorial que haga referencia a igualdad, es decir, comprobar si la normativa sectorial sobre la que rige el plan en cuestión incluye mandatos normativos que hagan referencia a la igualdad. 3. En la misión, visión y principios, si han aparecido desigualdades en el diagnóstico, el principio de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres deberá recogerse, explícitamente, bajos las fórmulas más adecuadas citando la normativa existente y que ampara su presencia en el plan y mostrando brevemente las principales brechas de género identificadas. 4. En los objetivos y líneas estratégicas se debe integrar la perspectiva de género a partir de los resultados del diagnóstico. Debería estar presente en todas las líneas estratégicas y, además, en la formulación de objetivos se debe contemplar la corrección de situaciones de desigualdad entre mujeres y hombres. 5. En las actuaciones y medidas que se llevarán a cabo para la consecución de los objetivos, se incluirá asimismo el enfoque de género, que tendrán que ver con los mecanismos que desarrolla en su Título III, la Ley Foral de Igualdad entre mujeres y hombres. Así, el futuro Plan tiene que tener en cuenta los mecanismos que establece la Ley Foral de Igualdad entre hombres y mujeres en su Título III a la hora de introducir la perspectiva de género. Como ejemplo podemos destacar la representación paritaria en todos los ámbitos de la vida, tanto en el público como privado para garantizar así una presencia equilibrada y una imagen plural de mujeres y hombres, la comunicación no sexista en la difusión de todo tipo de actuaciones, que visibilice a las mujeres y que evite estereotipos de género, los datos desagregados por sexo para su posterior análisis con enfoque de género, la transversalidad y las acciones positivas, o la capacitación del personal. Este último punto, la capacitación del personal, es indispensable para poder incorporar la perspectiva de género en la interpretación de los datos. En esta línea el INAI/NABI elaboró un “Itinerario formativo para la aplicación de la igualdad de género en las políticas públicas” con el que se propone asegurar la formación continua del personal de la administración que se centra en la adquisición de los conocimientos, actitudes y capacidades prácticas para incorporar el análisis de género a las políticas públicas, analizando todos los sectores y materias. 6. En el sistema de seguimiento y evaluación se debe contar con indicadores de género. La información debe estar desagregada por sexo. No debe olvidarse introducir la perspectiva de género en el diseño de cuestionarios. Debe contarse con el INAI/NABI para las mesas de seguimiento. Finalmente, debe disponerse de un sistema de indicadores adscrito a los ODS incorporando indicadores de género en todo lo relativo a personas. 7. Una vez redactado el plan, es necesario verificar que esté integrado el principio de igualdad en todas sus partes ya que con ello el impacto de género será positivo en la igualdad entre mujeres y hombres. Para ello será esencial que las personas que elaboren el plan cuenten con capacitación y experiencia en la elaboración de planes con enfoque de género. A continuación, detallamos de forma más específica los aspectos a tener en cuenta en el “III Plan Foral de Juventud 2021-2023”. • Se debe tener en cuenta que la igualdad entre mujeres y hombres es algo transversal a todas las políticas públicas, es un eje transversal que debe recorrer todas las líneas estratégicas, los objetivos, y las áreas de trabajo del plan. Esta cuestión se refleja en el Plan ya que, como se ha señalado, la igualdad es uno de los cuatro ejes transversales, y cabe por ello felicitar al Instituto Navarro de la Juventud. • Se echan de menos en el Plan datos desagregados por sexo. Como se ha señalado más arriba, son estos datos los que nos permitirían obtener una visión de las posibles desigualdades entre mujeres y hombres jóvenes. A continuación, señalamos las recomendaciones concretas que se hicieron llegar en su momento en las aportaciones a la Estrategia, referidas a los ejes estructurales (y sus áreas de trabajo), y los ejes transversales del Plan. La estructura del Plan reproduce en gran medida la estructura de la Estrategia, por lo que aquellas recomendaciones son plenamente válidas. Recogemos en esta tabla únicamente las recomendaciones que se realizaron referidas a la Estrategia y no hemos visto plasmadas en el Plan. EJES ESTRUCTURALES IDEAS Y RECOMENDACIONES AUZOLAN Inclusión social, convivencia y género No vincular el género a colectivos desfavorecidos (suprimir el género aquí). Desarrollo territorial Se debe unir a todas las interseccionalidades (discapacidad, migración, etc.). Ocio y tiempo libre saludable Existen brechas de género en ambos ámbitos. Hacer referencia a los medios de comunicación y redes sociales como espacios de ocio (Artículo 40.1 de la Ley Foral de Igualdad): debe transmitirse una imagen igualitaria, plural y no estereotipada de mujeres y hombres. Educación no formal Contemplar el artículo 37.1 de la Ley Foral de Igualdad donde dice que las Administraciones promoverán una educación no formal que garantice el principio de igualdad. Empleo e incorporación socio-laboral Contemplar las brechas de género: empleo más precario para las mujeres, más paro, más contratos a tiempo parcial, más excedencias, sectores precarios, etc.) EMANCIPACIÓN Corresponsabilidad Es un ámbito que sí que se menciona en el plan, sin embargo, se echan en falta actuaciones concretas en torno a él. Es muy importante saber qué tiempo dedican a las tareas de trabajo reproductivo (hogar, cuidados, etc.) por parte de hombres y mujeres. El ámbito del empleo (trabajo productivo) y el ámbito de los cuidados (ámbito reproductivo) conforman a partes iguales la sostenibilidad de la vida. HORIZONTE Salud Indispensable la perspectiva de género en salud y no sólo en cuestiones de salud sexual y reproductiva. Prevención y detección de la violencia de género. Cultura Importante una oferta y demanda cultural con enfoque de género. De aquí puede dar lugar la generación de referentes estereotipados o no. Turismo y movilidad Enfoque de género en el consumo de turismo. Distinta movilidad en mujeres y hombres. EJES TRANSVERSALES IDEAS Y RECOMENDACIONES PARTICIPACIÓN Introducir la perspectiva de género, garantizando así la participación de todas las personas desde el inicio y aportando puntos de vista diversos. INTEGRACIÓN Y DIVERSIDAD Introducir la perspectiva de género. Interseccionalidad de variables (colectivo LGTBTI+, personas con discapacidad, jóvenes supervivientes de la violencia de género). IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES Como bien se explica en la Estrategia, la igualdad es un eje que debe recorrer todos los objetivos que desgrane el futuro Plan. COHESIÓN TERRITORIAL Introducir la perspectiva de género en la lucha contra la despoblación juvenil. Respecto a la violencia hacia las mujeres, las recomendaciones más destacadas a señalar en los ejes estructurales serían: • Identificar y dar respuesta a la violencia contra las mujeres jóvenes. • Garantizar la participación de mujeres jóvenes víctimas de violencias machistas. • Formación en igualdad con enfoque feminista, especialmente en violencia contra las mujeres, de profesionales, juntas directivas y voluntariado de las entidades que trabajan en los diversos ámbitos. • Acompañamiento integral (psicológico, legal, socio-sanitario, socio-laboral, etc.) a mujeres jóvenes víctimas de violencias machistas (pareja, ex pareja, prostitución, etc.). • Favorecer el acceso a la formación (empleo, ocio, etc.) a las mujeres jóvenes víctimas de violencias machistas. • Visibilizar las violencias machistas sufridas por las jóvenes en nuestra Comunidad. 4. LENGUAJE INCLUSIVO De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 14.11 de la Ley Orgánica 3/2007 y en el artículo 21 de la Ley Foral 17/2019, de 4 de abril, el lenguaje utilizado por las Administraciones Públicas será inclusivo y no sexista. Dicho lenguaje “estará presente en todos los ámbitos de la Administración y en los documentos, formularios, impresos y soportes que produzcan directamente o a través de terceras personas o entidades”. En lo que respecta al lenguaje empleado en la redacción del III Plan Foral de Juventud, desde el INAI/NABI se comprueba que se ha hecho uso del lenguaje inclusivo y no sexista y se felicita por ello al Instituto Navarro de Juventud. Únicamente se han detectado algunos términos que deberían sustituirse para adaptarlos al lenguaje inclusivo: “Encuestados”, sustituir por “personas encuestadas” (varias referencias en p. 15 y 16). “Todos los técnicos”, sustituir por “todo el personal técnico” (p. 17). “Creadores”, sustituir por “personas creadoras” (p. 40). “Estudiantes universitarios”, sustituir por “estudiantes de la Universidad” (p. 53) Pamplona, 27 de enero de 2021. Sección de Transversalidad de Género/ Genero Zeharkakotasunaren Atala Instituto Navarro para la Igualdad/ Nafarroako Berdintasunerako Institutua